
Red Mundial de Suicidiólogos México A. C.

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y vale la pena vivirla"


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Introducción
El suicidio
¿Qué es el suicidio?
El acto consiente de auto aniquilación, que se entiende como un malestar pluridimensional en un individuo que percibe este acto como la mejor solución. (Edwin S. Shneidman)
Factores de riesgo
El suicidio está rodeado de diversos factores que pueden ser determinantes para que un sujeto cometa tal acto, algunos de los cuales pueden ser desde biológicos, psicológicos y sociales, los cuales están íntimamente ligados al suicidio.
Algunos de los cuales mencionaremos, de manera que se tenga un conocimiento de cuáles pueden ser:
Biológicos: Los riesgos biológicos pueden ser de diferentes tipos, desde enfermedades crónicas degenerativas, así como enfermedades terminales, las cuales duplican el riesgo de suicidio.
Psicológicos: Algunos de los riesgos más comunes son; la depresión, la ansiedad, la desvalorización del individuo, así como una crisis de angustia, los traumas de la infancia y adolescencia pueden detonar en la adultez incluso eventos traumáticos en la edad que sea pueden ser un detonante.
Sociales: Los factores de riesgo sociales son más comunes en nuestros tiempos, alguno de los cuales pueden ser; el acosos y agresión escolar mejor conocido como bullyng, del mismo modo algunas problemáticas en la familia como padres ausentes, indiferencia de la familia e incluso adicciones de parte de los padres, de igual forma los trastornos alimenticios pueden contribuir, así como el desempleo y la soledad pueden ser factores que contribuyen al pensamiento suicida.
La idea suicida
La idealización suicida suele ser una serie de pensamientos que van desde la planeación, el deseo y el plan suicida como tal, aun sin realizar tal acto. Suele ser un paso previo a la conducta suicida y consiste en pensamientos de terminar con la propia existencia y que pueden adoptar las siguientes formas de presentación: deseo de morir, la representación suicida, la idea suicida sin un método determinado, la Idea suicida con un método determinado, la idea suicida con un método determinado sin planeación, la idea suicida planificada o un plan suicida.
Mitos y realidades del suicidio
El suicidio contiene mitos, de los cuales podemos decir que algunos o varios están equivocados, algunos de los mitos más comunes que se escuchan en la sociedad son;
“Los que intentan suicidarse no desean morir, solo hacen el alarde o están manipulando.”
Lo cierto es que los que intentan suicidarse y amenazan con hacerlo tienen una probabilidad alta de volver a intentarlo y llevarlo a cabo.
“El que se quiere matar no lo dice y el que lo dice no lo hace.”
La mayoría de los que se quieren matar lo dicen, el suicida que nunca lo menciona es más bien excepcional. Tomarse en serio los anuncios y buscar ayuda cualificadas pueden evitar un suicidio.
“Si de verdad se hubiera querido matar, habría hecho algo más grave: se le hubiera tirado al metro o lanzado desde un décimo piso.”
Con gran frecuencia las personas que llegan a consumir un suicidio, antes lo intentaron o han tenido comportamientos autodestructivos que no habían sido letales.
“No es posible prevenir el suicidio pues siempre ocurre por impulso.”
Hay distintos tipos de suicidios y de suicidas. En la mayoría de los casos es posible la detección temprana y la prevención.
“Hablar de suicidio con una persona en este riesgo la puede incitar a que lo realice.”
Este mito contribuye a fomentar el tabú en torno a las personas que intentan suicidarse, con lo cual se les aísla y se incrementa el riesgo. Hay que decirlo categóricamente: se puede hablar del suicidio con una persona que lo ha intentado y esto tiene un efecto preventivo. Basta que se haga de manera responsable y desde una perspectiva constructiva.
El éxito
Si bien el éxito, es un término que se presta a ser de alguna manera relativo y subjetivo, de forma frecuente se relaciona al éxito con victoria y la obtención de grandes méritos, el éxito es algo que vivimos de forma cotidiana y en general es algo individual, si bien el éxito es algo muy subjetivo, podemos decir que cada vez que nos proponemos algo y lo conseguimos, ya sea mejorar nuestra condición laboral, aprobar un examen, dejar de fumar o simplemente ahorrar dinero para comprar algo, somos exitosos. Para entender lo relativo del concepto tomemos algún ejemplo; en una competencia alguien comienza en penúltimo lugar y termina la competencia en segundo, quizás no gano la competencia pero sí es un gran éxito el haber llegado a ese lugar al finalizar la carrera, o bien alguien que en una carrera anterior finalizó en ultimo y esta vez quedo en quinto lugar, puede ser un gran éxito tomando en cuenta el avance que ésta obtuvo con su referencia anterior.
La definición de éxito proviene del latín exitus (“salida”) el concepto se refiere al efecto o la consecuencia acertada de una acción o de un emprendimiento. Su raíz se hace más o menos evidente según el contexto en que usemos esta palabra, ya que muchas veces expresa “sobresalir”, “salir por encima de la competencia”, “salir de la oscuridad del anonimato”.
Sin embargo, la sociedad suele establecer una relación entre “éxito”, “riqueza material” y “fama”, esta visión fragmentada de la realidad afecta a muchísimas personas, generando un esquema simplificado de la vida que separa a “exitosos” de “fracasados” de acuerdo a éstos ideales a seguir, y es justamente esta última palabra la que al ser tomada en contraparte de la primera genera confusión, el éxito no debería de ser tomado como algo unidimensional, sino como el término de un objetivo, sea este pequeño y de forma íntima o de manera grande y con gran repercusión, ya que se presta a la subjetividad de cada persona.
La psicología habla sobre el miedo que puede generar el éxito, cuando alguien a punto de alcanzar una meta personal desarrolla una acción, ya sea de forma consciente o inconscientemente, para no terminarla por temor a mayores responsabilidades que genera. Las posibles causas de esta particularidad, se encuentran en la posible vinculación de que el éxito está relacionado con un incremento en la responsabilidad o un alejamiento de los seres queridos, provocando una idea negativa sobre las responsabilidades y el posible éxito. Resulta que los seres humanos no siempre queremos lo mejor para nosotros, al contrario, en pocas ocasiones nos movemos hacia resultados satisfactorios y beneficiosos.
Cada persona es un mundo y es por esto que, ante la misma situación, las personas reaccionaran de diferente forma. Lo que para algunos puede ser un momento frustrante, para otros puede casi no implicar ningún problema grave.
La frustración
“En todo momento experimentamos algún tipo de emoción o sentimiento que varía a lo largo del día, según lo que nos ocurre y en relación a nuestra historia previa. Las emociones son experiencias complejas y para expresarlas utilizamos una gran variedad de términos, además de gestos y actitudes.” (Kamenetzky, G.)
La frustración se trata de un sentimiento desagradable que se produce cuando las expectativas de una persona no se ven satisfechas al no conseguir lo deseado, las reacciones hacia la frustración son en gran parte por la personalidad del sujeto. Cuando hay un impulso, un deseo, y la persona no es capaz de satisfacerlo, aparece entonces lo que en psicología llamamos frustración. Que se manifiesta como un estado de vacío o de anhelo insatisfecho. A lo largo de nuestra vida nos encontramos con numerosas barreras que nos impiden o dificultan la realización de nuestros deseos.
Cuando asumimos nuestras limitaciones y sabemos convivir con las frustraciones producidas ante acontecimientos insuperables, es cuando nuestras metas y objetivos se perciben sobre un plano real, relegando nuestras fantasías al campo de la imaginación, sabiendo en todo momento que no somos dioses ni superhombres. Muchos de nuestros problemas personales vienen de las frustraciones que nos desencadenan comportamientos agresivos tanto hacia el exterior como hacia el interior, transformándonos en un ser antisocial y/o autodestructivo.
Una persona puede sufrir frustración por acontecimientos o situaciones que influyen de forma negativa en su vida, acontecimientos que pueden marcarnos de manera decisiva ya sea por la fuerza de ese momento o porque se trate de alguien que no tiene los recursos para poder sobrellevar el acontecimiento. Por ejemplo, un desengaño amoroso puede hacer que una persona cambie de actitud respecto a las personas del otro sexo, puede producirse un alejamiento afectivo o cierta desconfianza a la hora de buscar una nueva relación de pareja.
Las frustraciones pueden producirse a cualquier edad, son democráticas al igual que los éxitos, e influyen en la vida del sujeto y sus posteriores experiencias y maneras de ser y relacionarse con los demás. Tampoco hay que pensar que en todos los momentos frustrantes como agresiones, humillaciones, abandono o pérdidas, producen traumas de manera inevitable. La misma situación, puede influir de manera muy diferente en dos personas. Por ejemplo un examen puede motivar a una persona para que estudie más o buscar mejores métodos de estudio, y puede también desmotivar por completo a otro que pierde la confianza en sí mismo.
La idea medular que se propone seguir en este taller como parte de la vida y que nos permita tener un beneficio personal es, ver las experiencias dolorosas como medios de aprendizaje, de reflexión y de sabiduría, a partir de las cuales se pueden obtener cosas positivas que nos hace ser más flexibles, tolerantes e incluso fuertes, evitando de esta manera el hundimiento y decaimiento emocional que nos perjudique.
Objetivo general: Hacer específicos los saberes del por qué el éxito y la frustración son dos elementos esenciales para nuestra vida, y de esta forma producir y promover las herramientas personales para alcanzar el éxito, cual sea la concepción de éste, y lidiar de forma acertada y conveniente con la frustración para no verla como una derrota, sino como un una oportunidad de enseñanza.
Objetivos específicos:
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Identificar los procesos por los cuales se puede lograr el éxito.
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Buscar herramientas personales con las que podemos lidiar con la frustración.
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Concientizar que el éxito y el fracaso son parte de la vida cotidiana.
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Poder proporcionar herramientas personales para el manejo de la frustración y la forma en la cual se puede dar un evento frustrante.
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Tratar de conocer algunas de las raíces de nuestras frustraciones.
Bibliografía:
Acuña, T., Juan Pablo. (2001). LA FELICIDAD: UN ESPEJISMO QUE TRAE EL ÉXITO. Pharos, Noviembre-Diciembre,
Bert Hellinger. (2010). Éxito en la vida, éxito en los negocios. México: Océano.
Cuenya, Lucas; Fosacheca, Sandro; Mustaca, Alba E.. (2013). Diferencias individuales en las respuestas de frustración. Revista Argentina de Ciencias del Comportamiento, Diciembre-, 3-14.
Kamenetzky, G. V.; Cuenya, L.; Elgier, A. M.; López Seal, F.; Fosacheca, S.; Martin, L.; Mustaca, A. E.. (2009).
Pérez Barrero, S.: El suicidio, comportamiento y prevención, Ed. Oriente, Santiago de Cuba, 1996.
Pérez, S. (2006). ¿Cómo prevenir el suicidio en adolescentes? Futuros, 14 (6). Recuperado el 20 de marzo de 2010 de: http://www.revistafuturos.info/futuros14/suicidio_adoles1.htm
Respuestas de Frustración en Humanos. Terapia Psicológica, Diciembre-Sin mes, 191-201.
http://www.cop.es/colegiados/M-13902/Articulos/artFrustraciones.htm


ÉXITO Y FRUSTRACIÓN
